Hoy en día, existen diferentes causas subyacentes para el dolor de boca, mandíbula y cara, lo que los médicos llaman dolor orofacial, y no todos son ocasionados por problemas con la propia articulación temporomandibular.
Recordemos que dicha articulación es esencialmente la bisagra que permite que la mandíbula se abra y se cierre. A veces, padecer dolor y otras molestias surgen de problemas con esta articulación, pero en muchos casos, lo que ocasiona el dolor u otros signos es algo distinto.
Asimismo y de acuerdo con el doctor Jeffry R. Shaefer, director de la Clínica de Dolor Orofacial y profesor asistente de cirugía oral y maxilofacial en la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), en los últimos años, los médicos han mejorado en el diagnóstico de estas afecciones y en brindarles a las personas el tratamiento adecuado para la causa subyacente.
Cabe señalar que, en algunos casos, el dolor orofacial es un signo de lo que se conoce como trastorno de dolor neuropático, una condición crónica causada por los nervios que envían señales de dolor a tu cerebro, incluso cuando realmente no hay una lesión obvia o un problema que debería estar causando el dolor.
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¿Cuándo acudir a revisión médica?
Acudir con un dentista o un médico de atención primaria es un buen punto de partida si experimentas dolor en la mandíbula y en la cara, así como otros síntomas, asegura Shaefer. Los síntomas que justifican revisión incluyen los siguientes:
- Restricción de la mandíbula. Deberías poder abrir la boca a un ancho de aproximadamente tres dedos, y mover la mandíbula libremente de lado a lado.
- Cambios en la mordida. Si tienes problemas para masticar o no puedes cerrar la boca como solías hacerlo, es importante echarle un vistazo.
- Dolor, entumecimiento u hormigueo. Los tipos de dolor de mandíbula o facial que deben investigarse incluyen todo, desde un dolor sordo regular hasta un dolor agudo e inexplicable que se produce durante el movimiento normal.
- Ruido de mandíbula acompañado de otros síntomas. «Los sonidos articulares no suelen ser preocupantes por sí mismos, a menos que se presente algún tipo de dolor o disfunción de la mandíbula», indicó Shaefer.