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El tabaquismo es un enemigo de la salud y provoca la muerte. Para disminuir su riesgo cardiovascular debe alejarse del tabaquismo, esto es:

• Si no es fumador, manténgase así.
  
  
• Si es fumador, abandone el hábito lo más pronto posible ¿cómo?:
  

1. Busque asesoría para elaborar su plan de ataque, necesitará diseñar un plan y comprometerse a llevarlo a cabo.
2. Defina la estrategia que será mejor para usted: dejarlo de golpe, disminución gradual, asesoría con un médico u otro profesional de la salud, integrarse a un grupo de autoayuda, medicamentos para dejar de fumar, o una combinación de varias de estas opciones.
3. Identifique los momentos en que siente más necesidad de fumar (estrés, al levantarse, al terminar de comer) y busque apoyo para atacar en el momento preciso.
4. NUNCA fume cerca de un bebé, de un niño o de una mujer embarazada
5. Recuerde siempre a los que nunca deben fumar: embarazadas, mujeres amamantando y menores de edad (el consumo de tabaco es ilegal en menores de edad).
6. No se convierta en un fumador pasivo: aléjese de los fumadores en el trabajo y en lugares públicos, no permita que fumen en su casa o automóvil (no es una medida de cortesía, es una medida de salud).
7. Recuerde: no es cierto que al dejar de fumar necesariamente tenga que subir de peso; esto sucede porque al dejar de fumar se recuperan otros sentidos como el gusto y el olfato y entonces puede caer en la tentación de comer en exceso o ingerir alimentos que no sean saludables; por lo tanto: vigile lo que come, si siente la necesidad de tener algo en la boca, mastique chicle sin azúcar, una zanahoria o tome sus bebidas usando un popote.
8. Si durante su plan de ataque siente ansiedad, salga a caminar, platique con un amigo o busque un pasatiempo que lo mantenga ocupado.

Y recuerde… el que deja de fumar ¡es un ganador!

 

© Copyright 2008 Mayo Foundation for Medical Education and Research. Edición en idioma español por Intersistemas, S.A. de C.V. /México.

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