La pérdida de esmalte a menudo conduce a dientes sensibles, lo que en ocasiones puede resultar molesto y doloroso.
Si tus dientes son sensibles, la Clínica Mayo recomienda evitar los siguientes alimentos y prácticas:
- Los alimentos y bebidas que poseen un mayor contenido de ácido, como los refrescos y los frutos y bebidas cítricas.
- El vino y el yogur, que también pueden ser muy ácidos.
- Cepillarse los dientes y/o limpiarlos con hilo dental utilizando demasiada fuerza.
- Blanquear los dientes.
- Utilizar una pasta de dientes abrasiva.
En los dientes sanos, una capa de esmalte protege la corona del diente, la parte sobre la línea de las encías. Bajo la línea de la encía, una capa llamada cemento protege la raíz del diente. Bajo el esmalte y el cemento se encuentra la dentina.
La dentina es menos densa que el esmalte y el cemento y contiene túbulos microscópicos (pequeños tubos o canales huecos). Cuando la dentina pierde su cobertura protectora de esmalte o cemento, estos túbulos permiten que el calor, el frío o alimentos ácidos o pegajosos alcancen los nervios y las células del interior del diente. La dentina también puede quedar expuesta cuando se retira la encía. Como resultado de lo anterior, nuestros dientes pueden sufrir hipersensibilidad.
Los dientes sensibles pueden tratarse. El tipo de tratamiento dependerá de la causa de la sensibilidad.
Entre los tratamientos más comunes se encuentran: utilizar una pasta dentífrica desensibilizante, uso de gel fluorado (que fortalece el esmalte del diente y reduce la transmisión de sensaciones), una corona o un empaste, o endodoncia.
Recuerda que una higiene bucal adecuada es la clave para evitar el dolor de dientes sensibles. Consulta al dentista si tienes alguna pregunta sobre tus actividades diarias de higiene bucal o dudas sobre la sensibilidad dental.
Vía: HealthDay News, Mouth Healthy