Los cálculos renales son comunes y pueden ser bastante dolorosos. Se forman dentro de los riñones y están compuestos de minerales y sales que no se pueden disolver en la orina.

Existen varias cosas que pueden aumentar el riesgo de cálculos renales, entre ellas:

  • Deshidratación
  • Factores dietéticos
  • Problemas metabólicos

Tener un cálculo renal significa que tienes un mayor riesgo de desarrollar más en el futuro.

El dolor generalmente se disipa una vez que pasa la piedra, pero puede haber algo de dolor y molestias residuales, lo que debería ser temporal.

Conoce más: Vitamina C y cálculos renales, lo que debes saber

El dolor persistente después de expulsar un cálculo renal podría ser una señal de que tienes otro cálculo, una obstrucción o una infección. También podría ser un problema no relacionado.

Asimismo, los cálculos renales pueden causar náuseas, vómitos o sangre en la orina. La fiebre puede ser un signo de infección y debe considerarse una emergencia médica.

Sumado a lo anterior, el dolor después de haber expulsado un cálculo renal podría deberse al estrechamiento del uréter, lo que podría estar relacionado con una acumulación de tejido cicatricial o inflamación causada por el cálculo renal a medida que fue pasando. También podría haber un segundo cálculo bloqueando el uréter.

De cualquier manera, significa que tendrás problemas para orinar.

Con base en esta información y si estás experimentando dolor tras expulsar cálculos renales que no disminuye, debes acudir con tu médico a la brevedad.

 

Fuente: Healthline