Tus pies pueden dañarse por ciertas enfermedades, mala circulación, uñas mal cortadas y el uso de zapatos incómodos.
Los problemas en esta parte del cuerpo suelen ser la primera señal de condiciones médicas más serias, como artritis, diabetes y trastornos neurológicos o circulatorios.
Conoce más: Juanetes, qué son y cómo tratarlos
Elegir los zapatos correctos puede ayudar a prevenir muchos problemas en los pies. Te damos algunos consejos para que te asegures de elegir el calzado adecuado.
- La talla de zapatos puede cambiar a medida que envejeces, así que siempre pruébate los zapatos antes de comprarlos. La talla de los zapatos puede variar dependiendo del tipo de zapato, la marca y el estilo.
- La mayoría de las personas tienen un pie más grande que el otro. Asegúrate que tus zapatos le calcen bien al pie más grande.
- Camina con los zapatos puestos para comprobar que se sienten bien. Los talones de los zapatos no deben resbalarse con el movimiento.
- Elige zapatos que tengan la horma de tu pie. Los estilos que tienen tacones altos o son puntiagudos pueden dañarlos.
- Cerciórate que hay un espacio de ½ pulgada entre tus dedos y la punta del zapato.
- Asegúrate que el metatarso del pie calza cómodamente en la parte más ancha del zapato.
- No compres zapatos que se sientan muy apretados pensando que se van a estirar.
- La parte superior de los zapatos debe ser fabricada con un material suave y flexible.
- Las suelas deben proporcionarte una tracción firme y no ser resbalosas. Las suelas gruesas amortiguan los pies cuando caminas en superficies duras.
- Los zapatos de tacón bajo son más cómodos, más seguros y menos perjudiciales que los zapatos de tacón alto.
Vía: Medline Plus/ Instituto Nacional sobre el Envejecimiento