A medida que envejecemos nos volvemos más olvidadizos y puede tomarnos tiempo extra aprender cosas nuevas, recordar ciertas palabras o encontrar algunos objetos, en pocas palabras, nuestra memoria flaquea.
Estos cambios pueden ser síntoma de pérdida de memoria leve o el inicio de un problema grave ¿Cómo diferenciarlos?
Los problemas graves de memoria hacen que las cosas cotidianas sean difíciles de hacer, por ejemplo.
• Hacer las mismas preguntas una y otra vez.
• Perderse en lugares poco conocidos.
• No ser capaz de seguir instrucciones.
• Estar confundido acerca del tiempo, las personas y los lugares.
• No cuidar de sí mismo —comer mal, no bañarse o ponerse en peligro—.
En caso de detectar estos síntomas en ti o en un familiar, acude con un médico para averiguar aquello que podría causar el problema y obtener el tratamiento correcto.
Ahora, si el problema no es tan grave, puedes llevar a cabo algunas actividades para mantener tu memoria aguda y estar alerta. Te damos algunas ideas.
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1. Aprende un nuevo oficio.
2. Realiza voluntariado en tu comunidad para mantenerte activo.
3. Pasa tiempo con amigos y familiares.
4. Utiliza herramientas para la memoria, como calendarios grandes, listas con cosas por hacer y notas.
5. Coloca tu cartera, las llaves y los anteojos en el mismo lugar cada día.
6. Descansa adecuadamente.
7. Haz ejercicio.
8. Come bien.
9. No bebas mucho alcohol.
10. Pide ayuda si te sientes deprimido durante varias semanas.
Vía: Instituto Nacional sobre el Envejecimiento
