¿Alguna vez se te ha nublado la vista y has sentido nauseas o mareos? Probablemente estuviste a punto de sufrir un desmayo.
Los desmayos suelen ocurrir cuando la presión sanguínea baja de repente, afectando el flujo de la sangre hacia el cerebro. Algunas causas de estos episodios son:
- Calor o deshidratación.
- Estrés emocional.
- Miedo.
- Dolor intenso.
- Hiperventilación.
- Consumo de alcohol o drogas.
- Ponerse de pie demasiado rápido.
- Algunas medicinas.
- Descenso del nivel de azúcar en la sangre.
- Problemas del corazón.
¿Qué puede hacerse frente a un desmayo? Si lo presencias, asegúrate de que las vías respiratorias del afectado estén despejadas para que pueda respirar sin problemas.
La persona debe permanecer acostada de 10 a 15 minutos. Por lo general, no hay de qué preocuparse, pues la mayoría de la gente se recupera por completo. Sin embargo, puede ser una señal de un problema serio.
Llama a un médico en caso de que el afectado:
• Haya sufrido lesiones.
• No recupere el conocimiento rápidamente.
• Esté embarazada.
• Tenga más de 50 años.
• Padezca diabetes.
• Sienta dolor, presión o molestia en el pecho.
• Presente latidos cardíacos fuertes o irregulares.
• Presente pérdida del habla, problemas de visión o incapacidad para moverse —una vez que haya despertado—.
• Tenga convulsiones o lesiones en la lengua.
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Si tienes antecedentes de desmayo y presentas síntomas, acuéstate de forma lenta y pide ayuda. Recuerda que, aunque no te haya pasado antes, debes visitar a un médico.
Vía: Medline Plus