Cualquier persona, especialmente un niño pequeño, puede ahogarse en unos pocos centímetros de agua.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) no recomienda ninguna instrucción de natación para los niños menores de 1 año.

E incluso después de que un niño aprenda a nadar, el niño debe ser supervisado por un padre o tutor (preferiblemente uno que esté entrenado en reanimación cardiopulmonar [RCP]) cuidadosamente, advierte la academia.

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Por ello, la AAP ofrece las siguientes sugerencias adicionales:

  1. Ten en cuenta los pequeños cuerpos de agua que un niño podría encontrar, como una bañera, un estanque de peces, una zanja, una fuente, un barril de lluvia, una regadera o un balde.
  2. Un adulto siempre debe estar al alcance de la mano, proporcionando «supervisión táctil», toda vez que un bebé o niño pequeño se encuentre cerca del agua.
  3. Vacía y guarda una piscina inflable después de que el niño termine de nadar.
  4. No permitas que tu niño pequeño corra cerca de una piscina o empuje a otros al agua.
  5. No permitas que un niño use un juguete o colchón inflable en lugar de un chaleco salvavidas.
  6. Marca claramente los extremos profundos y poco profundos de una piscina.
  7. Cualquier piscina debe estar completamente rodeada con al menos una cerca de 1.2 metros de alto.
  8. Si tu piscina tiene una cubierta, quítasela por completo antes de permitir que tu pequeño entre a nadar.
  9. Mantén un anillo de seguridad con una cuerda al lado de la piscina en todo momento.
  10. Instala un teléfono en el área de la piscina con los números de emergencia claramente marcados.
  11. Un niño siempre debe usar un chaleco salvavidas ajustado cuando nade o viaje en un bote.
  12. Cualquier adulto no debe beber alcohol al nadar.
  13. Elimina todas las distracciones, como una llamada telefónica o trabajar en la computadora, mientras el niño esté en el agua.

 

Vía: Health Day News