Esta semana, el 25 de febrero, se conmemoró por sexto año consecutivo el Día del Implante Coclear. Esta fecha se celebra el mismo día en el que, hace 57 años, se realizó el primer implante de este tipo.
Actualmente, estos implantes, que permiten escuchar a personas con sordera, se han llevado a cabo con resultados satisfactorios, cambiando la vida de miles de pacientes y familias.
La colocación de una prótesis auditiva logra sustituir las funciones perdidas del oído, enviando las señales captadas al nervio auditivo, lo cual permite una mejor comprensión de los sonidos cotidianos y del habla. Las personas que padecen sordera, con un implante de este tipo pueden integrarse de una forma mejor y más rápida a una vida normal.
Este aparato está diseñado para durar toda la vida, por lo que sólo es necesario cambiarle algunas refacciones externas, además de realizarle algunas calibraciones periódicas.
El primer implante de este tipo realizado en México fue a mediados de la década de los años 80. Uno de sus máximos promotores de este procedimiento es el doctor Gonzalo Corvera Behar, quien en 1988 comenzó a trabajar en favor de las personas que sufren sordera para posteriormente fundar la Asociáción Mexicana para la Audición “Ayúdanos a Oír”, con más de 750 implantes colocados.
Y aunque este procedimiento puede realizarse en personas de todas las edades, los niños con sordera de nacimiento diagnosticada a temprana edad y pacientes que han perdido la audición después de adquirir el lenguaje o que han recibido rehabilitación, son los mejores candidatos para recibir este dispositivo.
«Los candidatos al implante son quienes tienen pérdida auditiva es profunda y severa, el criterio es si con auxiliar auditivo no está entendiendo bien el lenguaje hablado, es auditivamente candidato al implante coclear», explicó el doctor Corvera.
En México existen 1.6 millones de niños con sordera, mientras que tres de cada mil niños nacen con problemas de este tipo. Algo que preocupa a los especialistas puesto que “las cifras tienden a incrementarse debido a factores relacionados con el embarazo, genética, contaminación y otros desconocidos”, aseguró el director de Otología del Centro Médico La Raza, Silvio Jurado.
Cabe destacar que, según información del Instituto Nacional de Rehabilitación, un implante coclear no es lo mismo que un auxiliar auditivo, ya que el primero es un aparato que se instala en la parte lateral de la cabeza del paciente conectado hasta la coclea u oído interno y el auxiliar es un dispositivo electrónico, que recoge el sonido ambiental, transforma la energía eléctrica en energía acústica, para ampliarla y dirigirla hacia la membrana timpánica que produce el sonido.
Vía: La Crónica