Con la llegada de la menopausia, surgen muchos cambios corporales. Más allá del proceso hormonal, los síntomas suelen ser el enemigo número uno de las mujeres que pasan por esta etapa. Estos varían de una mujer a otra y pueden durar más de cinco años. Desafortunadamente, no sólo se trata de sudores nocturnos y problemas para dormir, también se presenta una acelerada pérdida de masa ósea.
La mayoría de las personas alcanza el punto máximo de masa ósea entre los 25 y 35 años de edad. No obstante, el riesgo de osteoporosis aumenta con el envejecimiento, pues se pierde más hueso de lo que el cuerpo logra producir.
«(La enfermedad) se puede presentar cuando la producción corporal de nuevo hueso ya no mantiene el mismo ritmo que la descomposición de hueso viejo, por lo que pueden tornarse débiles, quebradizos y fáciles de fracturar”, indicó Robert Wermers, endocrinólogo del Instituto Mayo Clinic.
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En este sentido, las mujeres que están cerca de la menopausia son más vulnerables a perder hueso —2% de la masa ósea al año—, principalmente durante los tres años que preceden a esta etapa.
De acuerdo con el especialista, es importante enfocarse en tres hábitos para evitar ciertos efectos negativos.
- Consumir calcio. Las mujeres de 18 a 50 años requieren casi 1,000 miligramos de este mineral al día, cantidad que aumenta a 1,200 al cumplir 50 años. Para una buena absorción, es fundamental obtener vitamina D a través de la luz solar.
- Ingerir alimentos que contengan proteína. Es importante no caer en excesos, pues el cuerpo podría perder calcio. Lo mismo ocurre con la cafeína.
- Realizar actividad física. Según Wermers, es recomendable combinar ejercicios de fortalecimiento muscular con otros que impliquen sostener el peso corporal, los cuales repercuten positivamente sobre todo el esqueleto.
Vía: Notimex/ Medline Plus