La secundaria y preparatoria representan un parteaguas importante en la vida de un adolescente.

Y aunque los niños ya no tan niños desean su independencia, es importante mantenerse involucrados en esta coyuntura crucial, afirman expertos de la Universidad de Pittsburgh. La razón: una buena crianza tiene beneficios académicos, conductuales y emocionales para los adolescentes.

Pero lo que podrías necesitar cambiar es la manera en la que te desenvuelves como padre o madre.

Los investigadores sugieren mantenerte involucrado teniendo una comunicación frecuente y de alta calidad con los maestros de tu adolescente mientras alientan a tu hijo o hija a descubrir sus propias soluciones para las tareas. Sin embargo, debes seguir manteniendo reglas respecto al tiempo de estudio de calidad y continuar enfatizando el valor de la educación para el éxito en la vida adulta.

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Así que, si tienes un estudiante de secundaria o preparatoria en casa, sigue estos consejos:

  1. Comunícate a menudo y de manera significativa con los maestros de tu adolescente.
  2. Haz hincapié en los buenos hábitos de estudio con un horario estructurado de tareas.
  3. Refuerza la importancia de obtener una buena educación para el éxito futuro.

Se encontró que este tipo de participación de los padres ayuda a aumentar los promedios de calificaciones de los adolescentes desde el primer año de secundaria y hasta el último grado de prepa, y disminuyó la probabilidad tanto de problemas de comportamiento como de depresión, que pueden y suelen afectar a los adolescentes.

Continuar mostrando calidez a tu joven casi adulto también contribuye a su bienestar emocional. Si tu adolescente evita los besos y abrazos, busca otras maneras de mostrar afecto.

Recuerda que las estrategias de crianza que usaste cuando tus hijos estaban en la escuela primaria pueden ya no ser necesarias o tan efectivas una vez que los niños pasan a la escuela secundaria y preparatoria. Sé flexible y reajusta tu enfoque en función de las necesidades individuales de tu hijo durante la adolescencia, y a medida que surja su personalidad.

 

Vía: Health Day News