Un tirón de la corva (parte de la pierna humana opuesta a la rodilla) es una lesión de los músculos isquiotibiales muy común entre los atletas que practican deportes como atletismo, fútbol y baloncesto.
Los síntomas de un tirón de la corva incluyen hinchazón, hematomas o decoloración y debilidad en el tendón de la corva.
La mayoría de las lesiones de los músculos isquiotibiales pueden sanar con descanso y no requerirán cirugía, así lo indica la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos.
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Por ello, si sufriste un tirón de la corva, la academia brinda los siguientes consejos de cuidado:
- Aplica el método DHCE, que significa Descanso, Hielo, Compresión y Elevación (en inglés se conoce como el método RICE).
- Inmovilización. Tu médico podría recomendarte usar una férula para la rodilla, ya que esto puede ayudar a que tu pierna sane.
- Terapia física. Una vez que el dolor y la hinchazón iniciales desaparezcan, la fisioterapia puede ayudarte a restaurar la amplitud de movimiento y la fuerza.
RECUERDA: Sufrir un tirón en la corva implica acudir al médico a la brevedad, a fin de que revise minuciosamente la lesión y defina cuál es el mejor tratamiento, lo que muchas veces requiere referir al paciente con un médico del deporte y un fisioterapeuta, para que la recuperación sea exitosa y no se extienda mucho tiempo.
Vía: Health Day News