Cuando se trata de llevar una buena salud, los hábitos alimenticios y la actividad física ocupan el primer lugar en los cambios a realizarse para evitar el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, poco se hace por cambiar el estilo de vida para prevenir males del corazón.
A decir de especialistas, existen tres enemigos de la salud cardíaca fuertemente ligados a la dieta. Estos conducen a padecimientos graves, debido al estrechamiento o bloqueo de las arterias coronarias. A continuación te hablamos sobre ellos.
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Grasas trans
Este tipo de grasas se utilizan en la mayoría de los alimentos procesados. Lamentablemente, pueden aumentar los niveles del colesterol malo —o LDL—, al tiempo que disminuyen la prevalencia del colesterol bueno —o HDL—. A decir de especialistas en el tema, las grasas trans aumentan considerablemente el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
Este componente se obtiene al agregar hidrógeno a un aceite vegetal para transformarlo en sólido. De acuerdo con las Guías Alimentarias Estadounidenses, es importante mantener el nivel de grasas trans en no más del 1% del total de calorías.
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Grasas saturadas
Las grasas saturadas se encuentran, principalmente, en alimentos de origen vegetal. Pueden conducir a enfermedades del corazón, así como a evento vascular cerebral (ECV). ¿Por qué son tan malas? Si se limita su consumo —y se combina con una dieta balanceada— no provocan problemas de salud; no obstante, el abuso de este componente provoca el aumento de los niveles del colesterol LDL, al igual que las grasas trans.
Se sugiere restringir su consumo a no más de un 10% del total de calorías.
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Sodio (sal)
Consumir sal en exceso es uno de los factores que lleva al desarrollo de hipertensión arterial, padecimiento que aumenta el riesgo de males cardíacos, renales y EVC. Ante ello, lo ideal es consumir no más de 2,300 mg de sodio al día. En caso de tener la presión arterial elevada, es posible que sea necesario restringir aún más la cantidad.
Vía: Hola Doctor/ FamilyDoctor.org