La piel es el órgano más grande del cuerpo. Su principal función es protegernos de factores externos, como las bacterias, los químicos y la temperatura. Además, mantiene los fluidos corporales dentro del cuerpo, previniendo la deshidratación, y ayuda percibir el mundo externo —frío, calor, húmedo o seco—.
Desafortunadamente, existen agentes que la dañan y promueven el envejecimiento prematuro. A decir de la especialista Jatziri Chávez, los mayores enemigos de la salud cutánea son:
- Luz solar o artificial. Los rayos solares son una causa importante de envejecimiento. Por su parte, las lámparas de las camas de bronceado aumentan el riesgo de contraer cáncer de piel, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés).
- Tabaco. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las arrugas aumentan con la cantidad de cigarros y el número de años que una persona fuma.
- Dieta inadecuada. Aunque no lo creas, los azúcares aceleran la degradación del colágeno y la elastina, así como el consumo de altas cantidades de leche y otros lácteos en la vida adulta.
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Recomendaciones
- Mantén una rutina diaria de limpieza y cuidados de la piel.
- Mejora tu alimentación. Consumir bebidas y productos antioxidantes, como el té verde y los frutos rojos, ayuda a evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
- Duerme lo suficiente, mínimo seis horas por noche.
- Realiza ejercicio para mantener la piel firme.
- Aléjate del sol de las 10 de la mañana a las 4 de la tarde.
- Utiliza protector solar con un factor de protección (SPF) de 15 o más. De igual forma, usa ropa protectora.
Ante cualquier indicio de daños cutáneos, visita a un dermatólogo.
