Saber dar primeros auxilios es un capacidad que todos deberíamos tomarnos la molestia de aprender, ya que su adecuada práctica puede llegar a salvar la vida de una persona.

Los primeros auxilios consisten en aquellas medidas que funcionan como ayuda básica y necesaria que se le otorga a una persona que ha sufrido algún tipo de accidente, hasta la llegada del personal de urgencias o algún profesional de la salud.

Si bien aprenderlos es algo que se recuerda para toda la vida, también es cierto que los consejos para enfrentar situaciones de emergencia van cambiado gradualmente a lo largo de los años.

Esto explica que actualmente existan una serie de mitos al respecto que pueden llegar a confundir a las personas ya que, en algunos casos, los primeros auxilios que aprendieron en el pasado se han quedado un tanto obsoletos.

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Algunos de los mitos falsos más comunes sobre primeros auxilios son:

1. Poner mantequilla sobre una quemadura

Aunque suene a broma para algunas personas, es una medida que se llegó a tomar por doctores y profesionales de la salud en el pasado. No obstante, ahora se sabe que aunque cubrir una quemadura con una sustancia fresca como la mantequilla sí puede aliviar ligeramente el dolor durante un tiempo, el dolor volverá pronto.

Lo que sí se debe hacer es retirar cualquier ropa o joyas que estén en contacto con la quemadura y posteriormente colocarla bajo un chorro de agua por un tiempo prolongado, de al menos 20 minutos. Esto evitará que la piel siga quemándose y ayudará a anestesiar la zona afectada.

2. Inclinar la cabeza hacia atrás para detener un sangrado en la nariz

A pesar de ser un consejo bastante antiguo, es completamente falso. Al contrario, hacerlo puede provocar que la persona afectada se trague su propia sangre o incluso que se pueda ahogar mientras continúa sangrando.

Lo que sí se debe hacer es aplicar una presión suave en la parte superior de la nariz e inclinarse hacia delante durante aproximadamente 10 minutos. Si el sangrado no se detiene después de 30 minutos, lo mejor es acudir con un médico.

3. Dar un masaje cardíaco a alguien que no lo necesita puede causarle más daño

Durante un curso de primeros auxilios, se aprende a observar el pecho y a acercarse a una persona que ha sufrido un infarto para escuchar su respiración. Si no hay síntomas de que respira, se debe llamar a los servicios de emergencia y empezar a darle un masaje cardíaco.

Los instructores de primeros auxilios aseguran que, incluso si no se está seguro de si una persona respira con normalidad, es conveniente realizar un masaje cardíaco.

Pese a este consejo, mucha gente se muestra reacia a dar un masaje de estos porque teme causar más daño que beneficio. Pero lo cierto es que las personas no deben temer dar un masaje cardíaco incluso si no están seguros de lo que está ocurriendo. Pueden salvar una vida.

 

Vía: BBC