En cualquier momento, un accidente, desastre natural u otra situación de emergencia puede hacer que tú o alguien cercano a ti sufra una lesión con hemorragia abundante. Debido a que el sangrado es la causa número uno de muerte prevenible después de una lesión, es bueno estar preparado(a) con el conocimiento y las herramientas que pueden ayudar a salvar tu vida o la de otra persona, así lo indica Hackensack Meridian Health, en Estados Unidos.
Por ello, si alguien a tu alrededor está sangrando, sigue estos pasos:
1. Asegúrate de controlar la situación y mantener la seguridad
Si la situación no es segura, muévete a un lugar seguro y lleva a la víctima contigo si puedes y no estás lesionado(a). Una vez que sepas que están a salvo, llama al 911 o al número de emergencias local.
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2. Encuentra la fuente de la hemorragia
Meliam Gonzales, especialista en prevención de lesiones en Hackensack Meridian Health, señala que la ubicación de la lesión determinará si podrás usar un torniquete o si debes sellar la herida y/o aplicar presión.
– Si la lesión está en el cuello, la axila o el área pélvica: para las áreas que no se pueden vendar con un torniquete, aprieta la herida con una gasa o un paño limpio, como una camiseta, y aplica presión. Las otras áreas, como las que abarcan desde el pecho hasta la región abdominal, no se pueden atar ni empaquetar, y lo mejor que puedes hacer es alertar a los socorristas sobre las lesiones de la persona una vez que lleguen.
– Si la lesión está en algún lugar de las extremidades superiores o inferiores: si la lesión está en el brazo o la pierna, un torniquete es la mejor opción. Un torniquete es un dispositivo que se usa para aplicar presión a una extremidad para limitar el flujo sanguíneo. Algunos sitios públicos cuentan con kits de primeros auxilios que contienen torniquetes, afirma Tom Calimano, director de preparación para emergencias en Hackensack Meridian Health. El especialista recomienda comprar un torniquete profesional y llevarlo contigo en todo momento. Si no tienes uno, un cinturón o una corbata pueden ser el último recurso, pero son propensos a romperse.
3. Una vez que la herida esté completamente sellada, aplica presión y sostenla
«No revises si el sangrado se ha detenido», aconseja Meliam. «Espera hasta que llegue la ayuda antes de quitar la presión». Lo mismo ocurre con un torniquete: no lo retires después de que lo hayas colocado hasta que lleguen los socorristas.