Aunque no es posible afrontar todas las situaciones con entusiasmo, las emociones positivas son buenas para el cuerpo, tanto física como mentalmente. Vivir acompañado de estrés y ansiedad puede llevar a problemas serios de salud, ya sean enfermedades crónicas —obesidad e hipertensión— o males del corazón.
Sigue estos pasos y aumenta tus buenos momentos. ¡Presta atención!
- Identifica y registra tus emociones positivas. Mira la lista y escribe las actividades, situaciones o personas que se relacionan con cada uno de esos sentimientos.
¿Te sentiste orgulloso después de haber jugado fútbol? ¿Te sentiste feliz cuando tus amigos recordaron tu cumpleaños? ¿Te divertiste cuando tu compañero de trabajo hizo chistes?
- Concéntrate en una emoción positiva y haz algo para aumentarla. Concéntrate en las cosas simples y pequeñas, como una película que te hace sentir alegre al verla. Cada vez que te sientas contento, agrega en la lista la actividad, situación o persona que te hizo sentir de esa manera.
Comprométete a llevar a cabo una o más acciones para acrecentar el sentimiento que deseas de tu vida. Invierte tiempo en estas experiencias.
- Utiliza un grupo de emociones positivas como estímulo. Colecciona cosas que te transporten emocionalmente a otro momento en tu vida. Por ejemplo:
- Fotos o recuerdos de momentos felices.
- Premios que te recuerden tus logros.
- Tarjetas de personas que son parte tu vida.
- Citas favoritas que te inspiran o la letra de una canción.
- Recuerdos de tu niñez.
- Algo que hayas hecho o dibujado.
- Un regalo que alguien te hizo.
- La foto de alguien que admiras.
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Coloca todo en una caja especial y ábrela cuando tengas días malos. Recuerda que tu esfuerzo tendrá frutos a corto y largo plazo. ¡Sé feliz!
Vía: Kids Health