Los bajos niveles de oxígeno que se encuentran en altitudes elevadas pueden causar problemas a los viajeros que se dirigen a destinos que sobrepasan los 2,400 metros sobre el nivel del mar, así lo advierten los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Por ello, si planeas o debes viajar a una zona de mayor altitud y dormirás ahí, puedes enfermarte si no asciendes gradualmente. Aquí algunos consejos preventivos:

  1. No pases de una altitud baja a dormir a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar en un día. En su lugar, pasa unos días entre los 2,400 y 2,700 metros antes de pasar a una altitud más elevada, para que tu cuerpo tenga tiempo de adaptarse a los niveles bajos de oxígeno.
  2. Una vez que estés por encima de los 2,700 metros, aumenta tu altitud para dormir en no más de 500 metros por día. Por cada 1,000 metros que asciendas, intenta pasar un día sin ascender más.
  3. No bebas alcohol ni hagas ejercicio intenso durante al menos las primeras 48 horas después de llegar a una altitud superior a los 2,400 metros.
  4. Como alternativa, considera hacer una excursión o recorrido de un día a una altitud mayor y luego regresa a una altitud menor para dormir.

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RECUERDA: Quizás tu itinerario no te permita ascender gradualmente. Si este es el caso, habla con tu médico sobre la posibilidad de que te recete un medicamento para prevenir la enfermedad de las alturas. También debes estar familiarizado(a) con los síntomas de esta afección (dolor de cabeza, cansancio, falta de apetito, náuseas y vómitos) para poder tomar medidas que eviten que se agrave. Muchos destinos de altitud elevada están alejados de la civilización y carecen de acceso a atención médica, por lo que prevenir la enfermedad de las alturas es mejor que enfermarse y requerir tratamiento de emergencia.

 

Vía: CDC