Las convulsiones son impredecibles. Cuando una persona con o sin epilepsia tiene una convulsión, por lo general no le ocurre en el consultorio médico o en otro entorno de salud donde los proveedores de atención médica pueden observar lo que está sucediendo, por lo que diagnosticar las convulsiones es todo un desafío, así lo indica la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

El diagnóstico preciso depende de realizar un historial médico cuidadoso y de utilizar estudio de imágenes del cerebro, así como otras pruebas para evaluar los patrones anormales de actividad eléctrica en el órgano más importante del cuerpo.

Por ello, aquí te mencionamos algunos datos clave sobre el diagnóstico de convulsiones y epilepsia:

  1. El diagnóstico adecuado de las convulsiones y la epilepsia es esencial para un tratamiento eficaz. Las pruebas de diagnóstico pueden ayudar a determinar si una lesión en el cerebro está causando convulsiones y dónde.
  2. El médico comenzará por hacer un historial, haciéndole preguntas a la persona  y a sus padres sobre la salud general, las convulsiones y su patrón de aparición.
  3. Los procedimientos de diagnóstico por estudios de imagen como la resonancia magnética cerebral, la espectroscopia por resonancia magnética, la tomografía por emisión de positrones (TEP) y la resonancia magnética funcional ayudan al médico a determinar las características de las convulsiones, como su lugar de origen (foco o focos) en el cerebro.
  4. Más evaluaciones de neuropsicólogos, expertos cognitivos y del habla, así como otros más, pueden ayudar a completar el cuadro clínico de las convulsiones de una persona e indicar qué curso de tratamiento puede ser más beneficioso.

 

Vía: Johns Hopkins Medicine