El ejercicio físico es uno de los pilares de una adecuada salud integral. Su práctica no solo garantiza una vida activa, sino que trae consigo una serie de beneficios que mejoran de forma importante la calidad de vida de una persona.

Si bien realizar ejercicio es benéfico en cualquier etapa de la vida y a cualquier edad, es quizá durante la adolescencia donde se le puede sacar un mayor provecho.

Se trata de una edad donde la energía se encuentra a tope, a la par que el cuerpo está en pleno desarrollo, por lo que practicar ejercicio de forma regular en esta etapa puede traducirse como una vida más saludable tanto en el presente como en el futuro.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adolescentes y jóvenes menores de 17 años realicen un mínimo de 60 minutos de actividad física moderada cada día. Una cuota que puede ser cumplida con facilidad a esta edad.

Conoce más: 7 maneras de motivar a tus hijos a mantenerse físicamente activos

Algunos de los principales beneficios de ejercitarse durante la adolescencia son:

1 Es bueno para el bienestar general.- La actividad física moderada hace que el cuerpo genere endorfinas, sustancias que mejoran el estado de ánimo, ayuda a dormir mejor, puede ayudar a algunas personas que padecen una depresión leve o que tienen baja autoestima.

2 Ayuda a tonificar el cuerpo.- Hacer ejercicio permite quemar un mayor número de calorías, permitiendo mantener un peso saludable, y permite tonificar múltiples músculos del cuerpo.

3 Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades.- Al permitir mantener un peso saludable, previene el desarrollo de sobrepeso u obesidad, condiciones que han sido relacionadas con un mayor riesgo de padecer enfermedades como diabetes tipo 2 e hipertensión arterial.

4 Ayuda a envejecer saludablemente.- Aunque no se trate de un aspecto importante en esta etapa de la vida, el cuerpo agradecerá las dosis de actividad física más adelante en la vida. Diversos estudios han encontrado que el ejercicio nos permite envejecer de una forma más saludable.

Si tienes hijos adolescentes, puedes ayudarlos a encontrar un deporte o actividad física adecuado para ellos. A la hora de elegir, ayúdalo a pensar en cómo es su personalidad para entrenar. Por ejemplo, si le gusta hacer ejercicio solo y siguiendo su propio horario, los deportes que se practican individualmente, como el ciclismo o la natación, podrían ser una buena opción. Por el contrario, si le motiva el compañerismo, quizá lo ideal sea un deporte de conjunto, como el futbol o basquetbol.

 

Vía: Kid’s Health