Al igual que una computadora que se vuelve más lenta con el uso, el cerebro acumula desgaste que afecta el procesamiento de sus funciones, llevando a que, por ejemplo, perdamos la concentración. El doctor Kirk Daffner, neurólogo y director del Centro de Medicina del Cerebro y la Mente del Hospital Brigham and Women’s, afiliado a la Universidad de Harvard (Estados Unidos), señala que esto puede ser causado por una serie de factores estresantes fisiológicos, como inflamación, lesiones en los vasos sanguíneos (especialmente si tienes presión arterial alta), acumulación de proteínas anormales y contracción del cerebro que ocurre naturalmente.
Conoce más: La importancia de vivir el momento y afrontar el estrés futuro
Por ello, aquí te mencionamos algunos factores, además de los anteriores, que pueden afectar tu concentración:
- Condiciones subyacentes. La depresión o los trastornos del sueño (como la apnea del sueño) pueden socavar tu capacidad de concentración. También pueden hacerlo los efectos de la pérdida de visión o audición. «Pierdes valiosos recursos cognitivos cuando pasas demasiado tiempo tratando de distinguir lo que está escrito en una página o de escuchar lo que alguien está diciendo», indicó Daffner.
- Efectos secundarios de los medicamentos. Algunos medicamentos, especialmente los anticolinérgicos (como los tratamientos para la incontinencia, la depresión o las alergias), pueden reducir la velocidad de procesamiento y tu capacidad para pensar con claridad.
- Beber en exceso. Tener demasiado alcohol afecta el pensamiento y provoca la interrupción del sueño, lo que afecta la concentración.
- Sobrecarga de información. A diario se nos bombardea con información de televisiones, computadoras y redes sociales, como mensajes de texto o correos electrónicos. «Cuando hay demasiado material, se sobrecarga nuestro sistema de filtrado y es fácil distraerse», subrayó Daffner.
RECUERDA: Para mejorar tu atención y mantenerte concentrado es importante que controles estos factores y pongas en práctica estrategias como la lectura, la meditación, juegos para entrenar la mente y, sobre todo, cambiar tus hábitos para llevar un estilo de vida saludable. Si quieres más consejos sobre cómo mejorar tu concentración, consulta a tu médico.