Sostener en brazos a un hijo recién nacido es quizá una experiencia inmejorable. Difícilmente los padres experimentarán un momento más emotivo. Pese a ser un escenario amoroso, es también la oportunidad ideal para empezar a cuidar de su salud integral.
De la misma forma en que los padres piensan en el nombre de su futuro hijo desde antes de que nazca o se encargan de comprarle su primera muda de ropa, es fundamental que no omitan un aspecto de mucha mayor relevancia: la elección de un médico pediatra.
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Este profesional de la salud se convertirá en una de las personas más importantes en la primera etapa de la vida de su pequeño. Es probable que, al menos durante el primer año de la vida del bebé, ambos (padre e hijo) lo visiten más a menudo que nunca.
Medidas preparativas
Antes de que el bebé nazca es importante que los padres de familia elijan a un médico pediatra y consulten con él aspectos que pueden llegar a ser fundamentales en el futuro, como:
-Determinar cuándo verá al recién nacido por primera vez.
-Anotar su horario de consulta y de atención de llamadas telefónicas.
-Conocer quién lo substituye cuando no está en el consultorio.
-Saber cómo se atienden las emergencias que ocurren fuera del horario de visitas.
Cuándo llevar al recién nacido al médico
Los padres de familia no deben dudar en acudir o llamar al médico pediatra cuando su recién nacido presente alguna de las siguientes condiciones:
1. Problemas en los ojos.- Esta clase de problemas se pueden deber a la obstrucción de un conducto lagrimal, o de ambos. Aunque comúnmente estos conductos se abren solos, en algunos casos permanecen obstruidos, lo que puede causar lagrimeo y secreción mucosa en los ojos.
2. Fiebre.- Si el pequeño presenta fiebre (temperatura corporal superior a los 38°C), se debe informar al pediatra de inmediato.
3. Secreción nasal.- Estas secreciones pueden dificultar la respiración del bebé, principalmente mientras se alimenta. Aunque se puede ayudar al pequeño a aliviar estas molestias utilizando una perita nasal de goma, se debe llamar al pediatra si el recién nacido no logra respirar bien.
4. Diarrea, vómitos o signos de deshidratación.- Aunque es común que los recién nacidos hagan heces blandas y que regurgiten después de las tomar leche, las heces muy blandas y acuosas y los vómitos pueden ser indicadores de problemas de salud.
Vía: Kid’s Health