¿Eres de esas personas que les gusta disfrutar de un huevo como comida o aperitivo? Si es así, debes asegurarte siempre de prepararlo o cocinarlo adecuadamente para evitar enfermedades transmitidas por este alimento.
Para ello, la página web FoodSafety.gov recomienda lo siguiente:
- En caso de preparar huevos revueltos, cocínalos hasta que ya no estén blandos y se sientan firmes al tacto (superficie esponjosa y que, tras ejercer presión sobre ella, regrese a su posición inicial).
- Si vas a hornear, asar, freír o hervir huevos, debes hacerlo hasta que tanto la yema como la clara luzcan completamente firmes.
- Las cacerolas para cocción y otros trastes donde se cocina huevo debes calentarlos hasta que su centro alcance los 160 grados Fahrenheit (71 grados Celsius) de temperatura. Para ello utiliza un termómetro para alimentos.
- Debes reemplazar las claras de huevo crudo con sustituto de huevo líquido o con una mezcla cocinada de huevo y leche.
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Recuerda que los alimentos se pueden contaminar de muchas formas. Algunos de ellos ya pueden contener bacterias o parásitos, por lo que dichos microbios pueden diseminarse durante el proceso de empacado si los productos alimentarios no se manejan correctamente. Además, la cocción y el almacenamiento inapropiados de los alimentos pueden propiciar contaminación, que inevitablemente derivará en alguna infección.
Por todo esto, la preparación, la manipulación y el almacenamiento apropiados de los alimentos reduce notablemente el riesgo de contraer enfermedades de origen alimentario.
Vía: Health Day News / Medline Plus