Cuando los niños comen más alimento de lo que su cuerpo necesita para la actividad y el crecimiento normales, las calorías adicionales se almacenan en los adipocitos para su uso posterior. Si este patrón continúa con el tiempo, los pequeños desarrollan más adipocitos y pueden presentar obesidad.
A decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, existen otros factores en el ambiente del niño que pueden conducir a la obesidad. Por ejemplo, la familia, los amigos y el entorno escolar ayudan a moldear la dieta y las opciones de ejercicio del niño.
De igual forma, la genética, las afecciones médicas y los trastornos emocionales también aumentan el riesgo de obesidad para un niño.
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¿Cómo combatir la obesidad infantil en la mesa?
- Sirve más frutas y verduras.
- Evita comprar refrescos y meriendas altas en calorías y grasas.
- Asegúrate de que tu hijo tome su desayuno todos los días.
- Evita tener comida chatarra en casa y darla como un premio.
- Aprende más sobre a comer saludable y salir a comer.
Recuerda que el primer paso para ayudar a tu hijo a lograr un peso saludable es consultar a un especialista. Con el apoyo de profesionales de la salud puedes establecer metas saludables para bajar de peso y ayudar con el monitoreo.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos