Aunque se cree que una dieta saludable es aquella completamente libre de grasas, especialistas en nutrición aseguran que este componente es crucial para el organismo, principalmente durante el desarrollo de un menor.
Desafortunadamente, muchos niños abusan de las grasas malas, aumentando el riesgo de padecer obesidad o sobrepeso, así como otras enfermedades durante la adultez —problemas del corazón, presión arterial alta y diabetes—.
Si te interesa cuidar la alimentación de tus hijos, y mantener la ingesta de grasas dentro de los rangos recomendados, sigue leyendo.
1. Sirve alimentos naturales y bajos en grasa, como frutas, verduras, granos enteros, carnes magras, pescado y productos lácteos —bajos en grasa—.
2. Elige grasas saludables al cocinar y utiliza aceites de forma moderada.
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3. Opta por hervir o asar los alimentos —en lugar de freír—. Estos métodos permiten que la grasa gotee durante la cocción, lo que reduce el consumo de calorías.
4. Prepara almuerzos escolares para que los menores no dependan de la comida rápida.
5. Enseña a tus hijos a tomar decisiones saludables cuando recurran a la cafetería de la escuela. También pueden ayudarte en la cocina.
Recuerda que la mejor manera de instruir a los niños es a través del ejemplo. Aliméntate saludablemente y realiza actividad física con frecuencia. Procura que los alimentos nutritivos sean una prioridad en casa.
Antes de hacer cambios radicales en la alimentación de tus hijos, consulta sus necesidades con un especialista en nutrición. Considera que éstas pueden cambiar dependiendo de su edad, peso y género.
Vía: Kids Health