La exposición al moho puede desencadenar problemas de salud serios como asma, infecciones respiratorias y reacciones alérgicas. Asimismo, puede crecer virtualmente en cualquier superficie húmeda y nunca debe ignorarse.
Por ello, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos sugiere cómo prevenirlo y cómo deshacerse de un problema existente:
- Repara las fugas en las tuberías y otros problemas de agua tan pronto como sea posible. Asegúrate de secar todas las superficies completamente.
- Frota el moho de las superficies duras con detergente y agua, y sécalas completamente.
- Los materiales absorbentes o porosos, como los azulejos del techo y las alfombras, deben desecharse si se vuelven mohosos.
- Si vas a aplicar pintura, limpia bien cualquier moho que esté presente sobre las superficies y sécalas bien. La pintura aplicada sobre superficies con este hongo probablemente terminará pelándose y cayéndose.
- Si no estás seguro de cómo limpiar un moho de un objeto o área de valor especial, consulta a un especialista.
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Recuerda que el moho se encuentra tanto en interiores como en exteriores. Este puede ingresar a tu hogar a través de puertas abiertas, ventanas, conductos de ventilación y sistemas de calefacción y aire acondicionado. Cuando está en el aire exterior también se puede adherir a la ropa, los zapatos, las bolsas y las mascotas, y pueden ser transportado al interior de tu casa.
El moho crece en lugares con mucha humedad, como alrededor de fugas en techos, ventanas o tuberías, o donde haya habido inundaciones. Suele crecer bien en productos de papel, cartón, tejas del techo y productos y superficies de madera. También puede crecer sobre polvo, pinturas, papel tapiz, aislamiento, paneles de yeso, alfombras, telas y tapicería.
Vía: Health Day News / CDC