Aunque cueste trabajo creerlo, el insomnio infantil es un trastorno que comienza a presentarse cada vez de manera más común, lo cual es una llamada de advertencia para los padres de familia, ya que la falta de horas de sueño puede repercutir negativamente en la salud integral de los pequeños.

Si bien los trastornos del sueño comúnmente son asociados con los adultos, el insomnio infantil es un problema mucho más frecuente de lo que se cree. Este trastorno se caracteriza por la dificultad que presenta un niño para dormirse solo, tener un sueño superficial (se despierta frecuentemente por la noche) y, al final, dormir menos horas de las que necesita.

Cuando un pequeño no consigue un sueño profundo durante las noches, puede presentar problemas de salud, así como en su desarrollo físico, provocados por la escasa liberación de la hormona del crecimiento, así como una interrupción en la consolidación de la memoria y bajo rendimiento escolar, indicó Diana de la Orta Pérez, especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con la experta, los niños tienen un patrón de sueño distinto al de los adultos. Por ejemplo, los niños en etapa escolar necesitan dormir cerca de 11 horas cada noche.

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Algunas posibles causas del insomnio infantil son:

-Vivir en un ambiente familiar inestable.

-Hiperactividad y nerviosismo.

-Ansiedad causada por factores externos, como un posible divorcio.

Sin embargo, el 90% de los casos se debe a la adquisición de hábitos incorrectos por parte de los niños durante las primeras etapas de su infancia, como por ejemplo inadecuados patrones de sueño por parte de los padres.

En estos casos, el insomnio se pueden remediar con leves modificaciones en las actividades del niño antes de dormirse, como por ejemplo:

1 Acostumbrarlos a un pequeño ritual antes de irse a la cama. Por ejemplo, se les puede leer un cuento cada noche.

2 El cuarto donde duerme debe de estar a oscuras y tener una temperatura adecuada.

3 El niño debe dormir siempre en su propia cama, nunca con los padres, y acostumbrarse a dormir solo, sin tener que recibir alguna clase de ayuda (como dejar la televisión prendida).

4 No es aconsejable que los pequeños vean la televisión, utilicen dispositivos móviles o jueguen videojuegos justo antes de irse a la cama, ya que estas actividades pueden dificultarle conciliar el sueño.

5 Si el problema persiste, es importante acudir con un especialista.

 

Vía: Bebés y más, El Universal