Muchas personas han abandonado el consumo de grasas para evitar el sobrepeso. Si bien se aconseja medir las porciones y moderar su ingesta, se trata de un macronutriente indispensable para el organismo. ¿Cómo aprovechar sus beneficios sin poner en riesgo la salud? Lo ideal es optar por las grasas saludables, las cuales brindan numerosos beneficios, por ejemplo:
- Reducen el nivel de colesterol LDL (malo).
- Ayudan a las personas con diabetes tipo 2 a manejar sus niveles de azúcar en la sangre.
- Favorecen el desarrollo y la salud de las células.
Conoce más: Grasas buenas y malas, ¿cuál es la diferencia?
Los frutos secos orgánicos crudos son una gran fuente de grasas saludables, así como de vitaminas, antioxidantes y fibra. A decir de la Clínica Mayo, su consumo regular es benéfico para el organismo —principalmente para el corazón— debido a sus propiedades. Entre ellas destacan las siguientes.
- Grasas insaturadas. No se sabe con claridad por qué, pero las grasas buenas de los frutos secos bajan los niveles altos de colesterol.
- Ácidos grasos Omega-3. Los ácidos grasos Omega-3 ayudan al corazón, es decir, pueden prevenir ritmos cardíacos anormales que conducen a ataques cardíacos.
- Fibra. Todos los frutos secos contienen fibra, la cual ayuda a bajar el colesterol. La fibra también brinda saciedad, misma que evita la ingesta excesiva de alimentos y, por ende, el sobrepeso.
- Vitamina E. La vitamina E ayuda a detener la formación de placa en las arterias, la cual aumenta el riesgo de dolor en el pecho, arteriosclerosis o ataque cardíaco.
- L-arginina. Los frutos secos también son una buena fuente de l-arginina, sustancia que mejora la salud de las paredes arteriales, aumentando su flexibilidad y disminuyendo el riesgo de coágulos sanguíneos que puedan bloquear el flujo de la sangre.
Vía: Mercola.com/ Clínica Mayo
