Ahora que han llegado las vacaciones, muchas familias utilizarán el transporte aéreo para trasladarse a sus destinos, varias de ellas con un bebé como integrante.
De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, aunque viajar en avión es apropiado para la mayoría de los bebés, es importante que tomes en consideración los siguientes puntos antes de volar con tu pequeño:
1. La edad de tu bebé
El médico de tu bebé podría no recomendar los viajes aéreos innecesarios poco después del nacimiento. Los recién nacidos tienen sistemas inmunes en desarrollo y los viajes en avión pueden aumentar su riesgo de contraer una enfermedad infecciosa. Si eliges viajar con un bebé, lávate las manos con frecuencia o usa desinfectante para manos y evita el contacto con viajeros enfermos.
2. Los oídos de tu bebé
Cambiar la presión de la cabina durante un vuelo provoca cambios temporales en la presión del oído medio, lo que puede provocar dolor de oído. Para ayudar a igualar la presión en los oídos de tu bebé, ofrécele pecho, su biberón o un chupón para succionar durante el despegue y el descenso inicial. Puede ser útil tratar de cronometrar la alimentación de tu bebé para que tenga hambre durante esos momentos. Si tu bebé ha tenido una cirugía de oído o una infección de oído en las últimas dos semanas, pregúntale a tu médico si está bien volar.
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Asimismo, los niveles de ruido de la cabina del avión son altos, especialmente durante el despegue. Considera el uso de bolas de algodón, auriculares con cancelación de ruido o pequeños tapones para los oídos para limitar la exposición de tu bebé a dicho ruido y facilitarle el sueño.
4. La respiración de tu bebé
Durante el vuelo, la presión del aire en la cabina de un avión es menor que la presión del aire en tierra. Este cambio temporal en el nivel de oxígeno no parece plantear problemas para los bebés sanos. Sin embargo, si tu bebé nació prematuramente, tiene problemas crónicos de corazón o pulmón, o tiene síntomas respiratorios en las vías aéreas superiores o inferiores, habla con su pediatra antes de volar.
5. El asiento de seguridad de tu bebé
La mayoría de los asientos de seguridad para bebés están certificados para viajes aéreos. Aunque las aerolíneas generalmente permiten que los bebés viajen en el regazo de su cuidador durante el vuelo, la Administración Federal de Aviación recomienda que los bebés viajen en asientos debidamente asegurados. Si decides no comprar un boleto para que tu bebé use este tipo de asientos, pregunta por los asientos abiertos cuando abordes el avión, en caso de que se le pueda asignar uno.
No sientas la tentación de darle a tu bebé un medicamento de venta libre, como difenhidramina, para que duerma durante el vuelo. La práctica no se recomienda y a veces el medicamento puede tener el efecto contrario.
Vía: Mayo Clinic