La cantidad de tiempo que actualmente pasa la gente mirando la pantalla de una computadora o dispositivo digital no tiene precedentes, pues la pandemia de COVID-19 ha cambiado la manera de trabajar y de tomar clases. Dicho tiempo puede afectar tus ojos y empeorar los síntomas del ojo seco, una afección que se produce cuando las lágrimas no logran suministrar la humedad necesaria. Sin embargo, las obligaciones laborales están impidiendo cada vez más limitar el tiempo que requieren pasar las personas frente a una computadora.
Las actividades que exigen una concentración intensa frente a una computadora pueden provocar el síndrome de visión de la computadora (CVS, por sus siglas en inglés), que consiste en un grupo de problemas relacionados con los ojos y la visión debido al uso prolongado de computadoras, tabletas, lectores electrónicos y teléfonos celulares. Según los Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa (Estados Unidos), una persona parpadea hasta un 66 por ciento menos mientras utiliza una computadora.
Parpadear es importante ya que ayuda a esparcir sustancias hidratantes como lágrimas y mucosidad por los ojos. Si parpadeas menos, las lágrimas oculares tienen más tiempo para evaporarse, lo que resulta en ojos rojos y secos.
El brillo del monitor que se refleja en tus ojos también puede contribuir a la sequedad y el cansancio ocular. Al final de tu jornada laboral, es posible que tengas que entrecerrar los ojos para ver lo que antes podías observar más fácilmente.
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Los signos que indican que podrías tener síndrome de visión de la computadora, también conocido como síndrome visual informático o fatiga visual digital, incluyen:
- Visión borrosa o doble
- Ojos secos
- Fatiga visual
- Dolores de cabeza
- Dolor de cuello y hombros
Consideraciones importantes
En la mayoría de los casos, estos signos o síntomas ocurren porque las demandas visuales de la actividad exceden las habilidades visuales del individuo para realizarlas cómodamente. Las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar CVS son aquellas que pasan dos o más horas seguidas frente a una computadora o usando un dispositivo de pantalla digital todos los días.
Cabe destacar que muchos de los síntomas visuales que experimentan los usuarios son solo temporales y disminuirán una vez que se dejen de usar la computadora o el dispositivo digital. No obstante, algunas personas pueden experimentar una reducción continua de las capacidades visuales, como visión borrosa a distancia, incluso después de dejar de trabajar en la computadora.
Por ello, debes acudir a revisión médica con un oftalmólogo para abordar la causa del problema, pues de lo contrario, los síntomas continuarán reapareciendo y quizás empeorarán con el uso futuro de la pantalla digital.