Es un hecho que el pescado es una adición bastante saludable a tu menú, pero es importante que recuerdes siempre adquirir el más fresco y mantenerlo así hasta que lo consumas.
Por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos nos brinda los siguientes tips:
- Sólo compra pescado que aparezca en mostrador sobre un gruesa cama o bloque de hielo fresco.
- Debes asegurarte de que no existe olor a pescado, a ácido o amoníaco. Los mejores peces siempre deben tener un olor suave y fresco.
- En cuanto a los ojos del pez, asegúrate de que son claros y saltones, que las branquias (o agallas) sean de un color rojo brillante (sin baba) y que la carne tenga brillo, sea firme y regrese a su lugar cuando la presiones (posea elasticidad).
- Evita el pescado con signos de oscurecimiento o sequedad en los bordes.
- En el caso de camarones y otros mariscos, escoge los que brillen y no tengan olor.
Es común que en estos tiempos modernos nos sea muy complicado reconocer si un pescado está fresco o no. Esto debido a que, para nuestra comodidad, en la mayoría de los establecimientos ya nos venden el pescado sin cabeza, eviscerado y fileteado, por lo que existe la probabilidad de que comamos el pescado envejecido sin saberlo. Otra razón de peso por la que actualmente es difícil acceder al pescado fresco, es porque la mayoría lo compramos congelado.
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Con lo anterior, esperamos sigas estos tips de ahora en adelante, a fin de lograr que tanto tú como tu familia puedan degustar del pescado de la mejor calidad.
Vía: Health Day News
