Tu cepillo de dientes es clave para mantener una adecuada higiene bucal, por lo que debes asegurarte de que no se convierta en hogar de los gérmenes.
Ante ello, la Asociación Dental Americana nos sugiere los siguientes tips:
- Nunca compartas tu cepillo de dientes con nadie más.
- Después de cepillarte, enjuaga tu cepillo de dientes para quitar los restos de suciedad que queden en él.
- Coloca tu cepillo de dientes en un recipiente, en posición vertical, que permita que se seque al aire, y sin que toque ningún otro cepillo de dientes.
- Guarda tu cepillo de dientes sobre un mueble o estante abierto. No lo cubras ni lo pongas en un espacio cerrado.
- Cambia tu cepillo de dientes por uno nuevo cada tres o cuatro meses. Los cepillos de dientes de los niños deben ser reemplazados con mayor frecuencia.
Con el uso diario, los cepillos de dientes acumulan residuos de comida, de pasta dental y de nuestra boca (restos de piel de nuestros labios y de la cavidad oral) en las cerdas. El no quitarlos favorece la aparición de bacterias que después llevamos a la boca al seguir utilizando nuestro cepillo, y que son perjudiciales para la salud.
Algo que es muy recomendable es colocar tu cepillo bajo un chorro de agua hirviendo durante 2 minutos, o dejarlo reposar boca abajo en un envase con agua hirviendo. Luego, debes enjuagarlo muy bien con agua fría para que las cerdas del cepillo recuperen su estado. De esta manera tendrás un cepillo de dientes limpio y desinfectado.
Recuerda que mantener los productos de aseo personal en buen estado contribuye a cuidar nuestra salud. Por ello, no olvides lavar, enjuagar y desinfectar tu cepillo de dientes, y el de cada miembro de tu familia.
Vía: HealthDay News
