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Los adolescentes se encuentran atravesando una etapa de múltiples cambios en diversos aspectos. Es por ello que su alimentación resulta clave, pues se trata de un momento donde se lleva a cabo el completo desarrollo de su organismo, por lo que los alimentos que consuman repercutirán directamente en la salud integral.

Lamentablemente, un buen porcentaje de los padres de familia deja de poner atención en algunos aspectos de sus hijos cuando estos llegan a la adolescencia, en comparación con sus hijos más pequeños. Uno de estos aspectos de la alimentación.

De acuerdo con diversos estudios sobre el tema, la gran mayoría de adolescentes llevan a cabo hábitos alimenticios que, aunque parecen algo común a esta edad (derivado de su mayor grado de independencia), perjudican su salud y desarrollo. Entre estos hábitos destacan:

-Una marcada tendencia a saltarse comidas (especialmente el desayuno).

-Comer fuera de casa.

-Consumir en exceso snacks (especialmente dulces, frituras y alimentos chatarra).

-Ingerir con frecuencia comida rápida.

-Practicar y experimentar una gran variedad de dietas o regímenes alimenticios restrictivos.

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Estas conductas alimenticias pueden provocar varios problemas en la salud de los adolescentes, como por ejemplo:

-Caries.

-Sobrepeso u obesidad.

-Enfermedades crónicas de potencial base nutricional (como enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes, artritis reumatoide juvenil y varios tipos de anemia).

-Anorexia nerviosa.

-Bulimia nerviosa.

-Hipercolesterolemia (aumento de la cantidad de colesterol en la sangre).

-Hipertensión.

Para evitarlo, los padres de familia deben prestar atención a la alimentación de sus hijos adolescentes y asegurarse de que consumen la cantidad adecuada de alimentos saludables para su edad, como lo son:

1 Calcio y vitamina D (alimentos lácteos, brócoli, col rizada, almendras, nueces, leche de soja, zumo de naranja y cereales).

2 Hierro (carne roja magra, pollo, huevos, frutos secos, tofu, soja, vegetales marinos, cereales, pan, arroz y pasta).

3 Vitamina B12 (pescados, mariscos, lácteos, huevo)

4 Grasas y aceites (carne magra, lácteos descremados o bajos en grasa, aceites vegetales insaturados).

5 Verduras (un adolescente debe ingerir entre 2 y 4 porciones cada día).

6 Frutas (preferentemente frutas frescas y evitar la fruta enlatada).

 

Vía: Alimentación y Nutrición