Las condiciones de sequía ocurren cuando no llueve durante un período prolongado.

El suministro de agua reducido puede desencadenar incendios forestales y tormentas de polvo, que aumentan las cantidades de partículas pequeñas que flotan en el aire. Esto puede irritar los conductos bronquiales y los pulmones, empeorando así cualquier problema respiratorio existente y aumentando el riesgo de infecciones respiratorias como bronquitis y neumonía, así lo advierten los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

La agencia indica que otras posibles consecuencias de la sequía incluyen:

  1. Cantidad y calidad comprometidas de agua potable.
  2. Aumento del riesgo en actividades recreativas.
  3. Mala calidad del aire.
  4. Disminución de condiciones de vida relacionadas con la energía, la calidad del aire, el saneamiento y la higiene.
  5. Calidad reducida de comida y nutrición.
  6. Aumento en la incidencia de enfermedades.

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Las implicaciones para la salud de la sequía son numerosas y de gran alcance. Algunos daños a la salud relacionados con la sequía se experimentan a corto plazo y se pueden observar y medir directamente. Sin embargo, el aumento lento o la naturaleza crónica de la sequía pueden dar lugar a implicaciones de salud indirectas a largo plazo, por lo que no siempre son fáciles de anticipar o controlar.

Al ser la sequía un evento recurrente, la planificación y la preparación pueden ayudar a reducir el impacto de la sequía en la salud de las comunidades. Para ello, infórmate y colabora con las instituciones y organizaciones ambientales y de salud pública de tu estado y/o país, a fin de diseñar estrategias sólidas que permitan hacerle frente a este fenómeno ambiental.

 

Vía: Health Day News / CDC