Las condiciones de sequía ocurren cuando no llueve durante un período prolongado.
El suministro de agua reducido puede desencadenar incendios forestales y tormentas de polvo, que aumentan las cantidades de partículas pequeñas que flotan en el aire. Esto puede irritar los conductos bronquiales y los pulmones, empeorando así cualquier problema respiratorio existente y aumentando el riesgo de infecciones respiratorias como bronquitis y neumonía, así lo advierten los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
La agencia indica que otras posibles consecuencias de la sequía incluyen:
- Cantidad y calidad comprometidas de agua potable.
- Aumento del riesgo en actividades recreativas.
- Mala calidad del aire.
- Disminución de condiciones de vida relacionadas con la energía, la calidad del aire, el saneamiento y la higiene.
- Calidad reducida de comida y nutrición.
- Aumento en la incidencia de enfermedades.
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Las implicaciones para la salud de la sequía son numerosas y de gran alcance. Algunos daños a la salud relacionados con la sequía se experimentan a corto plazo y se pueden observar y medir directamente. Sin embargo, el aumento lento o la naturaleza crónica de la sequía pueden dar lugar a implicaciones de salud indirectas a largo plazo, por lo que no siempre son fáciles de anticipar o controlar.
Al ser la sequía un evento recurrente, la planificación y la preparación pueden ayudar a reducir el impacto de la sequía en la salud de las comunidades. Para ello, infórmate y colabora con las instituciones y organizaciones ambientales y de salud pública de tu estado y/o país, a fin de diseñar estrategias sólidas que permitan hacerle frente a este fenómeno ambiental.
Vía: Health Day News / CDC