Se dice que tener las manos y los pies fríos es consecuencia de problemas circulatorios. Si bien es cierto, existen diversos padecimientos que provocan este síntoma. Antes de culpar al clima, conoce las enfermedades que te hacen temblar, incluso en verano.
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Anemia
Este padecimiento está acompañado de la escasez de glóbulos rojos, mismos que transportan oxígeno por todo el cuerpo. Aunque parezca sorprendente, una de las funciones de estas células es la regulación de la temperatura corporal.
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Hipotensión o presión baja
Cuando baja la presión arterial, el cuerpo no recibe suficiente sangre, por lo tanto, menos oxígeno fluye a los órganos y a las extremidades, lo que puede hacer que una persona sienta frío.
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Enfermedad de Raynaud
Si bien es un trastorno poco frecuente, cuando aparece afecta los dedos de las manos y los pies. Provoca estrechamiento de los vasos sanguíneos ante la presencia de frío o estrés. Al ocurrir esto, la sangre no puede llegar a la superficie de la piel, y las áreas afectadas se vuelven blancas y azules.
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Hipotiroidismo
El hipotiroidismo, o actividad tiroidea baja, provoca que la glándula tiroides no genere suficiente cantidad de hormonas, incluidas aquellas que controlan el metabolismo —ritmo de los procesos del cuerpo—. Además de la sensibilidad al frío, provoca estreñimiento, piel pálida, hinchazón de la cara, entre otros síntomas.
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Ansiedad
Las extremidades frías son un efecto secundario de la ansiedad y el estrés. Frente a la tensión, el organismo dirige la sangre hacia los órganos centrales —como el corazón—, y lejos de las extremidades, con el fin de proteger la supervivencia.
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Diabetes
Esta enfermedad provoca problemas de circulación. De igual forma, algunas infecciones derivadas de la diabetes pueden causar que las extremidades pierdan sensibilidad y estén fríos, incluso en climas templados.
Vía: Hola Doctor