Las glándulas inflamadas son parte de la reacción del cuerpo a una enfermedad o infección, así lo indica la Clínica Cleveland.
Estas glándulas, llamadas glándulas linfáticas o ganglios linfáticos, son masas de tejido del tamaño de un chícharo que contienen células llamadas glóbulos blancos. Dichas células ayudan a combatir bacterias, virus y cualquier otra cosa que cause una infección. Son una parte fundamental del sistema inmune y se encuentran en todo el cuerpo.
Las glándulas pueden hincharse poco más que unos cuantos centímetros. Las glándulas inflamadas, conocidas médicamente como linfadenopatía, se pueden sentir debajo de la barbilla o en el cuello, así como en las axilas y en la ingle, donde es posible encontrarlas en grupos más grandes.
Muchos tipos distintos de infección pueden ocasionar inflamación en las glándulas; por ello, te mencionamos algunas enfermedades que pueden ser la causa:
- Resfriados.
- Gripe.
- Infecciones de los senos nasales (sinusitis).
- Faringitis estreptocócica.
- Heridas en la piel.
- Mononucleosis.
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¿Cuándo acudir con tu médico?
Consulta a tu médico de cabecera si tienes glándulas inflamadas y:
- No se han desinflamado en unas pocas semanas o continúan creciendo.
- Se sienten duras o no se mueven cuando las presionas.
- Tienes dolor de garganta y te resulta difícil tragar o respirar.
- Tienes pérdida de peso inexplicable, sudores nocturnos o temperatura alta persistente (fiebre).
- No tienes una infección o razón obvia para tenerlas y no te sientes mal.
RECUERDA: En casos raros, las glándulas inflamadas pueden indicar linfoma, de ahí la importancia de acudir al médico para que te haga una revisión minuciosa y descarte dicha posibilidad.
Vía: Health Day News / NHS inform