Durante el mes de septiembre, y más específicamente durante este fin de semana largo, es común que las personas consuman una gran cantidad de comida por motivo de las Fiestas Patrias.
Este hecho, entre algunos otros hábitos alimenticios poco recomendables, aumenta el riesgo de sufrir malestares por indigestión.
También conocida como dispepsia, la indigestión se refiere a uno o más síntomas entre los que se encuentra una sensación de plenitud durante la comida, plenitud incómoda después de la comida y ardor o dolor en la parte superior del abdomen.
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Aunque la dispepsia suele ser común en los adultos, cualquier persona puede experimentar sus síntomas, ya sea de vez en cuando o de forma cotidiana.
¿Cuáles son sus síntomas?
En la mayoría de los casos, las personas con indigestión experimentan uno o varios de los siguientes síntomas:
-Plenitud durante la comida (sentirse demasiado ‘lleno’ poco después de comenzar la comida y no poder terminarla).
-Plenitud molesta después de una comida (sentirse demasiado ‘lleno’ después de la comida, sentir como si la comida se quedara en el estómago por demasiado tiempo).
-Dolor epigástrico que va de leve a intenso (entre el extremo inferior del esternón y el ombligo).
-Ardor epigástrico (sensación desagradable de calor entre el extremo inferior del esternón y el ombligo).
-Otros síntomas menos frecuentes incluyen náuseas y distensión abdominal (hinchazón).
¿Cómo combato la indigestión?
La principal recomendación es evitar la automedicación y acudir con un médico, para recibir el tratamiento adecuado. Algunas personas pueden experimentar alivio de los síntomas de la indigestión cuando realizan acciones como:
1. Comer varias comidas pequeñas, bajas en grasa, durante todo el día a un ritmo lento.
2. No fumar.
3. Evitar consumir café, bebidas carbonatadas y alcohol.
4. Suspender el uso de medicamentos que pueden irritar el revestimiento del estómago.
5. Tener suficiente descanso.
6. Encontrar formas de disminuir el estrés emocional y físico, como la terapia de relajación o el yoga.
Aunque existen medicamentos de venta libre que reducen la producción de ácido o ayudan al estómago a mover los alimentos más rápidamente hacia el intestino delgado, es importante que estos no se consuman sin antes consultarlo con un médico.