Según un nuevo estudio, la meditación y el yoga fungen como terapias complementarias que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las pacientes que reciben tratamiento para el cáncer de mama.
Los investigadores analizaron estudios previos sobre más de 80 terapias distintas, y les asignaron calificaciones basadas en evidencia científica (A, B, C y D). La meditación fue la que contó con la evidencia más sólida en apoyo a su uso.
Con base en los hallazgos de este trabajo, la Sociedad de Oncología Integrativa (Society of Integrative Oncology – SIO) recomienda la meditación debido a que reduce la ansiedad, trata los síntomas de depresión y mejora a nivel general la calidad de vida.
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El yoga, la musicoterapia y el masaje recibieron una calificación de B para los mismos síntomas. La acupresión y acupuntura también recibieron una calificación de B como un apoyo adicional a los fármacos utilizados para reducir la emesis (náusea y vómito) inducida por la quimioterapia.
Los investigadores no hallaron evidencia convincente a favor del uso de suplementos alimenticios o productos botánicos para apoyar el cuidado del cáncer o ayudar a tratar los efectos secundarios.
De acuerdo con Debu Tripathy, jefa de Oncología de Mama en el Centro Anderson para el Cáncer de la Universidad de Texas y antigua presidenta de la SIO, las terapias que recibieron una A o una B están respaldadas por altos niveles de evidencia.
También añadió que, tomando en consideración las indicaciones de beneficio junto con el nivel relativamente bajo de riesgo, estas terapias pueden ofrecerse como parte rutinaria de la atención al paciente, especialmente cuando los síntomas no están bien controlados.
Vía: Health Day News / Columbia University’s Mailman School of Public Health