AlimentAcción, Obesidad y nutrición
Una dieta balanceada es clave para la salud integral, es por ello que resulta bienvenida la entrada de alimentos que además de beneficiosos resulten deliciosos, tal es el caso de los frutos secos.
Estos alimentos son valiosos aliados de la salud, ya que contienen una alta densidad nutritiva, al estar compuestos de grasas ‘buenas’, minerales, vitaminas, fibra y antioxidantes.
Su composición es totalmente natural, es decir, no cuenta con manipulación humana, y se clasifican en dos grandes grupos: los de cáscara dura -como la almendra, la nuez o el pistacho- y los provenientes de frutas deshidratadas, como las pasas.
Expertos aseguran que basta con consumir un puño de frutos secos al día para obtener energía, fibra y vitaminas. Y aunque pueden llegar a tener una mala fama debido a la cantidad de grasas que poseen, no hay de qué preocuparse, pues tienen un bajo contenido de grasas saturadas.
“En la composición de los frutos secos destaca la presencia de grasas saludables que ayudan a reducir los niveles de colesterol ‘malo’ y a incrementar el colesterol ‘bueno’, convirtiéndose en un cardioprotector. De esta manera, nos será de gran utilidad consumir estos alimentos para combatir el estrés, la fatiga diaria o incluso el síndrome premenstrual”, detalló Noemí Soriano, dietista de la Clínica Zen Salud y Belleza, en Toledo, España.
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“La cantidad de frutos secos recomendada es de 40 gramos a días alternos” expuso la experta. Sin embargo, aunque se conoce su gran calidad nutricional, en varias ocasiones las personas no saben cómo incluir frutos secos en la dieta diaria.
Algunos consejos que recomiendan los expertos para introducir a estos alimentos en nuestras comidas diarias son:
1 Mezclar nueces, almendras o avellanas con un yogur o leche por las mañanas.
2 Añadir frutos secos a algún batido para tomar en la merienda o el desayuno.
3 Mezclar cacahuates, piñones o nueces en el relleno de pastas o carnes.
4 Incluir frutos secos como parte de una ensalada, añadirán buen sabor, mucha textura y grandes nutrientes.
5 Elaborar salsas que incluyan frutos secos como ingredientes, por ejemplo salsa de nueces y setas.
6 Picarlos y utilizarlos para rebozar verduras o carnes. O bien, para empanizar las carnes.
Vía: Vitónica, Women’s Health