En los últimos años, se ha mostrado una tendencia hacia la alza de optar por consumir alimentos más saludables, como vegetales y frutas. Si bien esto es una excelente noticia, los insecticidas podrían arruinar la diversión.
Consumir frutas y verduras con frecuencia ha sido relacionado con múltiples beneficios a la salud integral. Sin embargo, un aspecto que suele pasarse por alto es que, para ingerir estos alimentos de forma segura, se deben lavar adecuadamente.
Esto se debe a que, durante su proceso de crecimiento, la gran mayoría de vegetales, hortalizas y frutos suelen recibir importantes dosis de insecticidas y pesticidas para mantener a raya las plagas de insectos.
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Aunque esta acción garantiza su óptimo crecimiento, también es cierto que el producto final -el cual adquirimos en los supermercados- puede llegar a tener residuos de estos productos químicos, los cuales, de ingerirse, pueden afectar negativamente nuestra salud.
¿Todas las frutas y verduras fueron expuestas a pesticidas?
La respuesta es sí, aunque también es verdad que no todos los alimentos de origen vegetal tienen la misma cantidad de estas sustancias químicas, indicó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el USDA, los vegetales que más suelen contener residuos de insecticidas y pesticidas son:
-Fresas
-Pimientos
-Uvas
-Col rizada
-Manzanas
-Tomates
Por otro lado, los que generalmente suelen tener niveles más bajos de residuos de estas sustancias son:
-Aguacates
-Frijoles
-Cebollas
-Melocotones
-Coliflor
-Naranjas
Consejos
Para erradicar por completo cualquier residuo de estas sustancias químicas en los vegetales, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda seguir los siguientes tips:
1. Lavarse las manos con agua y jabón antes de comenzar a preparar la comida.
2. Eliminar las hojas externas de las verduras de hoja, como la lechuga. Enjuagar y consumir la parte interna.
3. Enjuagar con agua fría por al menos 30 segundos.
4. No lavar los productos marcados como ‘listos para comer’ o ‘pre lavados’.
5. Lavar la cáscara del producto, incluso si esta no será consumida. De lo contrario, los químicos o bacterias del exterior del producto pueden introducirse cuando se está cortando el producto.
6. Lavar el producto cuando se vaya a usar. Lavarlo antes de guardarlo puede degradar la calidad de la mayoría de las frutas y verduras.
Vía: Hola Doctor