La diabetes ocurre cuando el páncreas no produce insulina (necesaria para convertir el azúcar en energía) o las células se vuelven resistentes a los efectos de la insulina. La diabetes tipo 2 es la forma más común, así lo indican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Las personas con diabetes se enfrentan a mayores probabilidades de sufrir complicaciones de salud, como por ejemplo:
- Ataque al corazón
- Infarto cerebral
- Problemas de visión o ceguera
- Daño a los nervios, especialmente en las manos y los pies
- Disfunción renal
- Problemas de dientes y encías
- Heridas que cicatrizan mal que pueden requerir la amputación de una extremidad inferior
RECUERDA: Aunque hay mucho en juego, existen diversos medicamentos y enfoques de estilo de vida que pueden ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control. A los pacientes con diabetes tipo 2 se les puede recetar insulina y/o medicamentos orales.
Asimismo, el cuidado personal diligente beneficia a las personas con diabetes de muchas maneras. Cuando los niveles de azúcar en sangre se mantienen en el rango normal (que es un objetivo individualizado), es más probable que tengas más energía, menos cansancio y sed y necesites orinar con menos frecuencia. También puedes lidiar con menos infecciones y curarte de manera más eficiente, además de que tendrás un menor riesgo de complicaciones a largo plazo.
Con base en lo anterior, ser diagnosticado(a) con diabetes no está necesariamente bajo tu control, pero ciertamente puedes reducir el riesgo de futuras complicaciones manteniendo tu enfermedad bajo control.