Cuando se trata de estrés, quizás tú seas tu peor enemigo(a).
Sin duda, los factores externos contribuyen en gran medida a un aumento en la ansiedad de las personas. Pero, ¿qué pasa con los momentos en donde aparentemente sale de la nada? O, ¿qué ocurre cuando esa situación a la que le has dado vueltas sólo parece intensificarse?
Resulta que tus hábitos pueden afectar cómo te sientes tanto como la situación inicial que te está estresando. Y lo que piensas de hecho podría empeorar aun más tus preocupaciones. Por ello, a continuación te mencionamos algunos errores en tu comportamiento capaces de empeorar tus niveles de estrés:
1. Evitas lo que te molesta
Por muy tentador que sea deshacerte de la fuente de tu estrés y dirigirte a pastos más verdes (en tu mente, por lo menos), no va a funcionar. Los expertos dicen que este método es en realidad contraintuitivo. «Evitarla es hacer como si nunca hubiera pasado —y entre más la evitas, peor se pone… Entre más afrontes las cosas que te causan estrés, más dominio tendrás sobre ellas», señala David Spiegel, profesor asociado de la Universidad de Stanford y jefe de psiquiatría y ciencias del comportamiento en dicha casa de estudios.
2. Te quedas despierto(a) después de tu hora normal de ir a dormir
Por supuesto, ir a dormir a la 1 a.m. no parece una mala idea en ese momento, pero tus emociones podrían discrepar. El estrés y la falta de sueño pueden actuar como cómplices en el crimen. De acuerdo con investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, es más probable que te sientas irritable y no alivies tus preocupaciones sin un descanso adecuado.
3. Te quedas tirado(a) como vegetal en tu sillón
¿Quieres desahogarte? Entonces ve a pulir el pavimento. Se sabe que la actividad física reduce el estrés. Incluso sólo dar una caminata hace la diferencia. Lo que sea que hagas, no te quedes pegado(a) al sofá: Un trabajo publicado en la revista Health Psychology sugiere que el sedentarismo puede cobrar cuota en tu bienestar mental.
4. «Chismeas» con tus amigos y/o amigas
Tu instinto primario por ir a hablar mal sobre algo o alguien en realidad puede hacerte más daño que bien. Un estudio concretado por el Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y Cerebrales menciona que el estrés puede ser contagioso, por lo que únicamente estarás alimentando las emociones negativas de los demás. ¡Y al instante!
Conoce más: Criar a los hijos, ¿más estresante para las mamás que para los papás?
5. Te la pasas checando las publicaciones en tus redes sociales
Es imposible verificar Facebook o Instagram sin de repente descubrir que alguien se comprometió al estilo cuento de hadas, que uno de tus contactos se convertirá en mamá o fotos de las vacaciones increíbles que tuvieron tus «amigos» (o las tres que mencionamos). Si las redes sociales te dejan un poco más nervioso(a) de lo que estabas, la ciencia podría explicarte el porqué. Una investigación publicada en la revista Journal of Social and Clinical Psychology afirma que las redes sociales pueden conducir a la comparación social, o a moldear tu vida a partir de la de otras personas, lo que posteriormente dañaría seriamente tu salud mental.
6. Te vas de compras
La complacencia mediante una terapia de compras puede sonar como la solución perfecta para un día abrumador, pero esto sólo suele exacerbar el cómo te sientes. Según un pequeño estudio de la Universidad Estatal de Michigan realizado en 2013, el materialismo parece intensificar los efectos del estrés.
7. Tomaste una decisión impulsiva
Puede parecer lógico actuar así bajo situaciones de estrés —después de todo, es biológico— pero siempre se hacen mejores elecciones con una mente clara. Una investigación de la Universidad de Harvard muestra que las personas con altos niveles de estrés son peores tomando buenas decisiones a largo plazo.
Vía: The Huffington Post