Los pies deben cargar el peso de todo nuestro cuerpo, por lo que requieren de toda nuestra atención y cuidado. Además, su salud influye en nuestro estado de ánimo. Y aunque no lo creas, una pequeña infección en los pies puede terminar en el hospital.
La diabetes descontrolada puede causar afecciones en los pies, como problemas en la circulación, lo que se manifiesta como neuropatía diabética, que va desde piquetitos, ardor o adormecimiento continuo de los pies. Esto hace que quien vive con diabetes descontrolada NO perciba una pequeña piedra en el zapato, un piquete o herida, lo que podría causar una ampolla, ulceración y, de no tratarse a tiempo, podría terminar en una infección crónica que llevaría a una amputación.
Sin embargo, este tipo de complicaciones se pueden prevenir cuidando y revisando diariamente los pies. Algunos consejos para el cuidado de estos son:
1. Aseo diario: Lavar diariamente tus pies evitará que se formen hongos o bacterias no deseables que pueden ocasionar una infección. Lava tus pies con un jabón neutro y evita el uso de zacates que dañen la piel.
2. Seca tus pies: Los hongos y las bacterias crecen más rápido en la humedad y oscuridad. Después de bañarte, seca tus pies con una toalla diferente a la que utilizas para todo tu cuerpo; de esta manera, evitarás contaminar otras zonas de tu piel si ya tienes algún hongo en los pies.
Seca especialmente la zona entre los dedos, pero evita secarlos con demasiada intensidad.
3. No utilices calcetines de material acrílico ni con elásticos ceñidos: El material acrílico favorece la sudoración y, como ya vimos, los hongos y las bacterias se desarrollan en donde hay humedad.
4. De preferencia, evita medias o tobimedias ajustadas: Este tipo de materiales puede cortar la circulación de la sangre y, en diabetes descontrolada, cuando los niveles de glucosa están altos, se reduce la sensibilidad de la piel. En su lugar, usa calcetines de algodón para promover la circulación de la sangre.
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5. Evita zapatos ajustados: Un calzado inadecuado puede ocasionar ampollas o callos, los cuales se pueden convertir en ampollas o úlceras.
6. Revisa tus pies diariamente: Ya sea con un espejo o la ayuda de otra persona, evalúa tus pies diariamente; busca la aparición de alguna ampolla, espina enterrada o herida. Recuerda que, en diabetes descontrolada, la sensibilidad disminuye, esto quiere decir que, aunque no lo sientas, puedes tener alguna herida en la piel y la única manera de saberlo, es revisando tus pies diariamente.
7. Utiliza talco entre los dedos: Para evitar el crecimiento de hongos y bacterias.
8. Humecta tu piel: Una piel deshidratada puede agrietarse y ocasionar heridas que tardan en cicatrizar. Coloca crema en todo el pie, evitando el área entre los dedos, ahí recuerda que debes utilizar talco, pero no en exceso, ya que éste absorbe también la humedad propia de la piel.
Vía: LN. Lizeth Gómez M.