En una cultura obsesionada con la imagen, la insatisfacción corporal se encuentra a la orden del día, provocando una batalla interminable con el cuerpo mismo y estableciendo patrones dolorosos que desembocan en una mala autoestima.
Es importante aceptar y amar cada parte de nuestro cuerpo, e intentar mejorar, a través de la alimentación y actividades físicas, aquello que no promueva un estilo de vida saludable.
Renuncia a verte afectada(o) por tu imagen corporal y sigue las recomendaciones que la psicoterapeuta Andrea Wacher tiene para ti.
- Amplía tus perspectivas. Piensa en qué es lo que realmente te preocupa. Si es tu salud puedes acudir con un especialista para encaminar tus objetivos. Si se trata del qué dirán, concéntrate en eludir los malos comentarios y mantener un estilo de vida saludable.
- Enamórate de tu cuerpo. Cada día, tu cuerpo trabaja constantemente en un sinfín de tareas. Aprecia y agradece todas las cosas increíbles que hace por ti y cuídalo.
- ¡Acéptate! No es saludable enfocar tu vivir en un cambio de imagen. Adopta la aceptación radical, es decir, deja de lado la discusión con la naturaleza y acepta tu cuerpo. Recuerda que para mantener tu forma natural debes recurrir a hábitos saludables.
- Combate tus pensamientos, no tu cuerpo. Es fácil pensar que el problema es tu cuerpo. Si hay días que te sientes feliz con él y de un momento a otro esto cambia, el problema radica en tu forma de pensar. No bases tu felicidad en un “cuerpo perfecto”. Busca estabilidad interior.
- Evita el auto-odio y la frustración. Pregúntate si odiarte te hará sentir mejor. No es así, ¿cierto? Si requieres de un cambio motívate a través del cuidado y amor propio.
- Rompe con los estereotipos sociales. Desafía la idea de que la gente delgada es más feliz. Las personas pueden ser felices e infelices con cualquier tamaño. El bienestar viene, principalmente, de la relación que llevamos con nosotros mismos.
- No te compares con los demás. La cultura ha impuesto la imagen corporal que “debe tenerse”, pero esto no es culpa tuya. No te compares con nadie. Evita los pensamientos negativos, en la medida de lo posible, una vez que te des cuenta de ellos.
- Separa la apreciación que tienes sobre ti del cuerpo. Valora tus talentos y habilidades, todo aquello que conforma tu identidad y que contribuye a establecer un sentido de valor. Valórate más allá de tu apariencia.
- Identifica tus verdaderos problemas y soluciónalos. La obsesión corporal puede actuar como distracción de asuntos más profundos. Analízate y descubre aquello que evita tu felicidad.
Recuerda que la aceptación debe efectuarse paralelamente con el cuidado del cuerpo, no para alcanzar la perfección, sino para vivir saludable y pleno.
Vía: Huffpost Healthy Living