Tener una enfermedad crónica como el Parkinson, la enfermedad de Crohn, la diabetes o la enfermedad de Alzheimer no solo afecta la salud física de quien la padece, sino que además puede afectar su bienestar mental y emocional o crear tensión en sus relaciones. Según el Consejo Nacional de Salud de Estados Unidos, 133 millones de personas viven con una enfermedad crónica.
“Cualquiera que padezca una enfermedad crónica debe lidiar con el manejo de sus medicamentos, hacer cambios en la dieta y acudir a citas con su médico, así como con las hospitalizaciones. Además de estas tareas prácticas, la incertidumbre sobre el futuro y las preocupaciones sobre cómo la enfermedad afectará su vida personal y profesional a veces pueden dificultar ver el lado positivo de las cosas”, así lo advierte Gary Small, médico en jefe de salud conductual en Hackensack Meridian Health y presidente de psiquiatría en el Centro Médico de la Universidad de Hackensack. “Pese a estos desafíos, es posible tomar medidas para vivir la vida al máximo”.
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Por ello, aquí te mencionamos tres formas de manejar la tensión emocional de una enfermedad crónica:
1. Practica la gratitud a diario
Ya sea que escribas en un diario o digas en voz alta aquello por lo que estás agradecido(a) cada mañana, tener una actitud de gratitud puede ayudarte a cambiar tu perspectiva mientras luchas contra la enfermedad. «La atención plena te ayuda a concentrarte en el aquí y ahora, no en el ayer o en dos años», indica Small. «La meditación, llevar un diario y otros métodos de terapia pueden ayudarte a liberar cualquier enojo, envidia, depresión o ansiedad que puedas tener al lidiar con tu condición».
2. Adopta una comunidad de apoyo
Nadie puede pasar por esto solo(a), especialmente si debe enfrentar un desafío importante. Tu familia, amigos, equipo médico y quienes comparten y conocen tu condición son todos miembros de tu comunidad que pueden brindarte apoyo. «Es importante tener un círculo cercano de seres queridos y amigos que puedan levantarte el ánimo y apoyarte. También hay muchas comunidades en línea que pueden ayudarte a sobrellevar la situación», subraya Small.
3. Pide ayuda cuando la necesites
Tu médico de atención primaria, tu especialista y tu equipo médico pueden responder preguntas sobre tu enfermedad y trabajar juntos para descubrir las mejores formas de tratarla. Las enfermeras y otros profesionales de la salud también pueden brindar información sobre cómo realizar cambios importantes en el estilo de vida. Cuando amigos y familiares te ofrecen una mano amiga, no te sientas culpable por aceptar ayuda. De hecho, es probable que se sientas contentos de poder ayudarte.