Cuando una persona se somete a una cirugía para bajar de peso, esta espera perder gradualmente una cantidad sustancial de kilos durante un cierto período de tiempo. Aunque muchas personas tienen esta experiencia, otras pueden enfrentar obstáculos o experimentar contratiempos que les impiden alcanzar sus objetivos de pérdida de peso o que interfieren con su calidad de vida, así lo indica Hackensack Meridian Health, en Estados Unidos.
Para quienes enfrentan contratiempos después de una cirugía para bajar de peso, no es raro experimentar:
- Dificultad para perder peso
- Reflujo ácido
- Recuperar peso
- Náuseas, vómitos o diarrea
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«Algunas personas pueden perder peso inicialmente, luego notan que están recuperando parte del mismo, mientras que otras nunca pierden el peso que esperaban perder», señala Dena Arumugam, cirujana general y bariátrica en el Centro Médico Universitario Jersey Shore. «Otras pueden experimentar síntomas desagradables, parecidos a la acidez estomacal, o pueden tener problemas digestivos, o pueden sentirse mal de otras maneras que impactan negativamente en su vida diaria, lo que llevarlas a experimentar un revés».
Por lo anterior y si te sometiste a una cirugía para perder peso, es importante que hables con tu médico sobre cualquier retroceso que surja en el camino, para que evites que se convierta en una bola de nieve y se traduzca en problemas mayores. Tu médico puede ayudarte a mejorar tu situación, ya sea sugiriendo cambios en tu estilo de vida o mediante una intervención médica.