Técnicamente, una persona quema más calorías cuando hace ejercicio en clima caluroso. Sin embargo, tiene un gran inconveniente.
Durante el ejercicio, la temperatura de tu cuerpo aumenta para soportar mayores demandas físicas. Para evitar el sobrecalentamiento, tu organismo posee un sistema de regulación del calor estrictamente controlado, que hace que tu cuerpo sude y disipe el calor en el aire.
Si haces ejercicio en un ambiente que ya es caluroso, tu cuerpo necesita trabajar aún más para enfriar tu cuerpo, lo que requiere más calorías. Sin embargo, es importante distinguir entre un ligero aumento en el gasto de calorías y una pérdida rápida de peso.
Al hacer ejercicio en un clima caluroso o sobrecalentar deliberadamente tu cuerpo, como al usar ropa pesada, naturalmente sudarás más para enfriarte. Aunque puedes notar una caída en el peso corporal después de un entrenamiento, casi todo se debe a una pérdida de peso de agua.
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Asimismo, tu cuerpo puede aclimatarse fácilmente a nuevos entornos. Si bien inicialmente puedes quemar más calorías si no está acostumbrado(a) a trabajar en el calor, tu cuerpo se adaptará y gradualmente requerirá menos esfuerzo y calorías para bajar su temperatura.
Además, considera tu tolerancia al ejercicio en el calor. Si no lo disfrutas o solo puedes mantenerlo por períodos cortos, es mejor que te ejercites en un ambiente más fresco que disfrutes, para que puedas hacer ejercicio durante períodos más largos con una mayor intensidad.
Con base en todo lo anterior, aunque puedes quemar algunas calorías más con el calor, es mejor que elijas un ejercicio que disfrutes y puedas mantener a largo plazo.
Vía: Healthline