La otosclerosis es un crecimiento óseo anormal en el oído medio que causa pérdida de la audición. Éste impide que los huesos del oído vibren en respuesta a las ondas sonoras. Desafortunadamente, la otosclerosis es la causa más frecuente de pérdida de audición en el oído medio en adultos jóvenes.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, esta afección es más común en las mujeres que en los hombres y puede comprometer uno o ambos oídos.
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Los factores de riesgo de esta enfermedad incluyen el embarazo y antecedentes familiares de pérdida auditiva. Los síntomas incluyen:
- Pérdida auditiva (lenta al principio, pero empeora con el tiempo).
- Zumbido en los oídos (tinnitus).
- Vértigo o mareo.
Una prueba de audición puede ayudar a determinar la gravedad de la pérdida auditiva. De igual forma, se puede utilizar un examen imagenológico especial de la cabeza, llamado tomografía computarizada del hueso temporal, para buscar otras causas de la pérdida auditiva.
Aunque el uso de algunos medicamentos como el fluoruro, el calcio o la vitamina D puede ayudar a disminuir la pérdida auditiva, los beneficios de estos tratamientos aún no se han comprobado. La cirugía puede restaurar al menos una parte de la audición perdida. Para reducir el riesgo de complicaciones después de la cirugía:
- Evita sonarte la nariz por 2 a 3 semanas después de la intervención.
- Evita a las personas con infecciones respiratorias.
- Evita agacharte, levantar objetos o realizar cualquier tipo de esfuerzo.
- Evita sonidos fuertes o cambios súbitos de presión,
Fuente: MedlinePlus/ Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos