Las infecciones en la columna generalmente son causadas por bacterias, aunque también pueden ser propiciadas por hongos. Estas pueden deberse a otras infecciones en el cuerpo (especialmente una infección urinaria) o a microorganismos que se diseminan a través de la sangre. No obstante, en algunas personas no se encuentra ninguna otra fuente de infección, así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Cabe destacar que las infecciones bacterianas en la columna son raras, pero pueden incluir infección en las siguientes áreas:
- Los discos (discitis).
- La médula espinal (generalmente una infección del tejido que recubre la médula espinal, llamada absceso epidural).
- Una o más vértebras (osteomielitis).
- Las articulaciones facetarias, que pueden ser el sitio de artritis infecciosa.
La infección vertebral puede provocar un dolor constante, que empeora por la noche y con los cambios de posición, la deambulación y al realizar actividades. Dicho dolor puede irradiarse al tórax o al abdomen. Cuando afecta a espacios cervicales puede provocar disfagia y/o tortícolis.
Si existe déficit neurológico puede aparecer hipoestesia (disminución de la sensibilidad), adormecimiento y calambres en la extremidad afectada.
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Consideraciones importantes
Aunque las bacterias que infectan la columna generalmente se originan en otras partes del cuerpo y se transportan a la columna a través del torrente sanguíneo, estas pueden ingresar a la columna directamente durante una cirugía o mediante tratamientos de inyección, como resultado de una lesión o como resultado del uso de drogas intravenosas.
Asimismo, los factores que puede favorecer la aparición de una infección en la columna incluyen:
Diabetes mellitus, alcoholismo, traumatismo penetrante, procedimiento quirúrgico previo, edad avanzada, obesidad, desnutrición, inmunodepresión, uso de drogas, comorbilidad médica importante, mal estado del paciente y hemodiálisis.
Si tienes más dudas sobre las infecciones en la columna, sus causas y factores de riesgo, consulta a tu médico.
Fuente: Kaiser Permanente / Medline Plus – National Library of Medicine / Clínica Universidad de Navarra
