Ciertos factores que incluyen necesidades, miedos, dinámicas familiares y formas de comunicarse, pensar y sentir ponen a una persona en mayor riesgo de desarrollar un trastorno alimentario como anorexia, bulimia o atracones, así lo señala el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.
Algunos de estos factores son:
- Necesidad de atención.
- Necesidad de complacer a los demás, tener el control o ser perfecto(a).
- Baja autoestima.
- Miedo o ambivalencia sobre crecer o desarrollarse sexualmente.
- Dificultad para lidiar con el conflicto o comunicar enojo, tristeza o miedo.
- Problemas con las relaciones familiares, incluida la dificultad para separarse de la familia.
Conoce más: La importancia de identificar los signos tempranos de los trastornos de la alimentación
Por más irracional que parezca, un trastorno alimentario aporta un sentido de identidad, logro y poder a ciertas personas que tienen estos rasgos de personalidad.
Un pequeño número de personas que padecen trastornos alimentarios también han sufrido abusos sexuales o físicos. Pueden buscar controlar su entorno controlando su ingesta de alimentos.
Las personas que padecen trastornos alimentarios también pueden:
- Tener problemas con el estado de ánimo, en particular depresión.
- Actuar de manera más infantil que otros niños o adolescentes de la misma edad.
- Tener dificultad para llevarse bien con otras personas, ya sea por irritabilidad o por incapacidad para interactuar socialmente.
- Tener rituales o exigir que las cosas se hagan en un orden particular cada vez (rasgos obsesivo-compulsivos).
Fuente: University of Michigan Health